Lycium europaeum L.

Casi siempre, al lado de caminos, nos encontramos este arbusto espinoso caducifolio, probablemente para limitar el paso del ganado. Puede hasta 3-4 m de altura, muy ramificado y poco poblado de hojas. Es hermafrodita con cierto carácter nitrófilo.

Es natural de la región del Mediterráneo, aunque crece también en el centro y mitad meridional de la Península y Baleares. Por ser planta termófila se da en los somontanos y desaparece en terrenos más altos. Te lo puedes encontrar en zonas degradadas y borde de bosques.

 

HOJAS

Hojas no muy grandes 15-50mm logitud y 3-12mm de anchas, con forma ovado-elíptica ensanchadas en su mitad superior, glaucas (de color verde-azulado) y algo carnosas.

 

 

FLORES

Florece durante la primavera y el verano, de Abril a Septiembre. Las flores suelen aparecer solitarias o, a veces, en parejas. Son de pequeño tamaño y tienen forma campanular (de campana), de color blanco-rosaceo pasando a crema. Corola de 11-13mm con el tubo más largo que los lóbulos. Estambres exertos (sobresalen de la corola).

  

FRUTO/SEMILLA

Son pequeñas bayas carnosas de colores rojizos que maduran a finales del verano y principios del otoño, pasando a tonalidades más oscuras. Las semillas son diminutas, de 3 mm de longitud aproximadamente, redondeadas de color pardo. 

TALLO

Las espinas surgen de las ramas, éstas son largas y muy flexibles, de color gris-plateado. Es una planta que se reproduce bien de raíz.

  

USOS E INTERESES ETNOBOTÁNICO Y FARMACEUTICO

Se han registrado usos muy dispares: cercados de huertos, secar la ropa sobre sus ramas, o elaborar palilleros de ballestas (uso datado en la comarca de La Mancha). De este arbusto se dice que eran comidos los brotes tiernos de las hojas en ensalada.


OBSERVACIONES

Es una especie de fácil cultivo, que se utiliza para la formación de setos espinosos. Además, el color glauco de sus hojas confiere un contraste de tonos claros a las zonas ajardinadas. Se establece sobre suelos calizos, con preferencia a yesos, y buenas exposiciones de sol. Aguanta bien la sequía, y precisa de pocos cuidados para su mantenimiento. Es adecuada para la recuperación de zonas alteradas (taludes, bordes de caminos, etc.). En la antigüedad se le denominaba spina benedicta debido a que las reliquias de la corona de Cristo que se guardan en Roma son de licio.